Románticos contra Cartesianos

Si no la habéis visto, piratas de silicon Valley, narra con bastante verosimilitud el origen de Apple y de Microsoft, cuando Steve Jobs, Wozniak, Bill Gates y el zoquete de Ballmer eran universitarios y estaban a punto de hacer historia en el mundo de la informática.

Es muy divertida y apta no sólo para geeks, aunque se les ve un poco el plumero (como a mí) a favor de la manzana.

Aquí está enterita para que la veáis si os apetece, es altamente recomendable.

De Tapas

Este fin de semana me vais a disculpar, pero pienso pasarme las próximas 48 horas en plan fartón en esa especie de feria de las tapas a un euro.

Le pienso decir a quien me pregunte qué quiero tomar, que tras hojear su carta de vinos aguardentosos, he seleccionado Delicia del Vagabundo del 71, Chateau La Juerga del 57 y Sauvignon Melopea del 66.

(premio para quien acierte quién dijo esa frase por primera vez y donde)

La Imaginación es mejor que la realidad

Supongo que la mayoría sabéis lo que es El Multamóvil, ¿verdad?

Viene a ser un coche de la policía local que recorre la ciudad con la sana y jovial intención de calzar multas a diestro y siniestro a los que aparcan en doble fila y cosas así. O sea, nada que dé para más de un comentario si te ponen una y tal, pero poco más.

Sin embargo, yo conozco a alguien que creía que el multamóvil era algo parecido a esto:


Un robot policía que patrulla por Gijón, sancionando el mal comportamiento y repartiendo multas a cascoporro. Y no es coña, ¿eh? Esa persona lo imaginaba de verdad hasta que le explicamos la aburrida y mucho menos ingeniosa realidad del asunto.

¡Anda que no mola más el robot policía! ¡Dónde va a parar!

Juas!

Mi madre va para compañera del ínclito Darek en el club de Flo.

-Mamá, ¿sabías que se han casado Vittorio y Luchino?
- ¿Ah sí? ¿Con quien?

Y, para mí, la imágen humorística de la semana, digna de un Homer Simpson.

24 Escaleras

Ya tenía ganas de hablar de 24 Escaleras, el debut en el cortometraje de mi buen amigo David Huergo.
Todavía me acuerdo cuando lo vi por primera vez en la sesión de muestra del día de Asturias, en el último Festival de cine de Gijón. Lo vi con él, con su novia y algunos amigos y fue lo mejor de la muestra. Es cierto que al salir lo que quedaba fue aquella tomadura de pelo que narraba un día en la vida de un jubilado de La Pola (con lo que el corto de David todavía lucía mejor), pero cuando me pasó una copia para que hiciera una crítica para cierta revista musical de tirada gratuíta, pude apreciar mejor de sus virtudes.

Es verdad que, a no ser que sea algo apabullante, siempre es difícil hablar con propiedad del talento de un creador con una muestra primeriza de su trabajo. Además, seguramente yo sea poco objetivo con él, porque es un tipo al que aprecio una barbaridad y me da muy buen rollo y creo que siempre me gustará todo lo que haga, pero lo que sí puedo decir con toda la objetividad es que me causó una muy buena sensación.

El corto es una ingenua historia de amor a ritmo de pop, el universo en el que mejor se desenvuelve David y que imagino que acabará siendo marca de la casa en sus creaciones venideras. Yo le veo mucho futuro en el mundo del videoclip después de esto, además técnicamente es muy bueno.

Yo estuve a punto de colaborar en la producción , pero al final no pude y me dio mogollón de rabia, pero para la próxima vez que haga algo, espero no tener ningún compromiso ni nada que me impida echarle una mano. Por amistad y por egoísmo, si me apuráis, porque me da en mi prominente nariz que David llegará lejos. Sin ir más lejos ya está en Madrid, colabrando con gente como Cobeaga.

Aquí os dejo el video del corto, para que lo disfrutéis.


24 escaleras

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He ligao!!

Fin de semana completito que terminó hoy con el concierto de Nikki Corvette y los stingrays en el Louie-Louie.

La entrada fue bastante flojita, pero llena de incondicionales, además, se nota que Nikki tiene tablas y ella solita se encargó de subir la temperatura de la sala, metiéndose entre la gente y no parando ni un segundo durante todo el concierto.

Reconozco que sólo escuché un disco suyo (y de 1980), pero me lo pasé como los indios. Quemé zapatilla pero bien. Incluso me eché un baile con ella y todo. De ahí lo de que ligué, porque era la coña del día, sobre todo con la dedicatoria del disco que me firmó al terminar el concierto, llamándome cute (que no cutre) y recordando el bailecito en cuestión.

Se acabó el fin de semana fantástico del corte inglés, que mañana tengo que madrugar a sacarme el DNI electrónico (ya me veo en plan paleto sin saber qué hacer para sacarlo) y la tarjeta de honrado ciudadano gijonés.

En Este Sitio nos Conocen

Por fin se acabó el ajetreo del nuevo contrato, libre ya de confidencialidades y exclusividades y sigo trabajando en la tele, sitio a la medida de hatajos de vagos como soy yo, que en sus condiciones laborales valora no madrugar, no tener que afeitarme ni ponerme corbata si no me sale de Esparta y esas cosas. Mi madre me ha felicitado, aunque sigue opinando que a ver cuando me dejo de hacer el bobo y busco un trabajo en una oficina como un paisano.
Pero los artistas somos así.


Para celebrarlo, nos fuimos al concierto de La Costa Brava, en el Nuevo Savoy. Creo que es el grupo al que más conciertos he ido en mi vida y nunca les he pillado todavía uno malo, pero este fue de los memorables. Tras ver a habituales como David Desorden o Manga Ranglan y alguno así con los que no coincido casi, si no es en estos eventos y que Richi (os recomiendo encarecidamente su blog) me contara que el gran Sergio Algora estaba mejor de lo suyo y para el concierto de mañana en León si que estaría, pues cervecinas y a bailotear.

Le había comentado un día a Fran que Olímpicos me gustaba una barbaridad, sobre todo porque me recordaba a una etapa de mi vida muy bonita. Aquellos años de esplendor en la hierba, de cosas que hacer y vivir antes de hacerte mayor que tantas películas ochenteras con un Corey de protagonista han dado. La época de la música, las drogas, el láser, las minifaldas...
Echando la vista atrás, a pesar de que anduve un poco como vaca sin cencerro, es una de las etapas más bonitas y divertidas. Algún día haré una entrada en este blog sobre aquella época.

Me hizo muchísima ilusión que se acordara y me dedicara la canción en el concierto, no se imagina él cuanto, ni aunque le haya dado un abrazo enorme y las gracias al acabar el concierto.

En fin, aquí os dejo el video de Olímpicos de una actuación en Sevilla y, otro día, os cuento la de tiempo que pensé que el cantante de El Canto del Loco había sido uno de los niños de Bom-Bom-Chip...

H & M

Os vais a partir, pero hace años, cuando empezó a saberse del H&M por aquí, yo creía que esas siglas significaban Hombre y Mujer...

Así soy yo, hay que quererme igual.

Viene a cuento porque ayer (el miércoles, que ya es viernes según el reloj) me fui hasta parqueprin con la intención de comprarme ropa y, si me sobraba algo, darme algún capricho en plan discos o deuvedeses. Me decía: "Bah, fundo como cien euracos o así en una camisa, un par de zapatos y tal y malo será que no me sobre algo".

Al final me fundí esa pasta en una edición coleccionista de 4 DVD de Regreso al Futuro y en las ediciones especiales aniversario de Planeta Prohibido y de Posesión Infernal y aún me sobró para darme el lujo de comprarme ¡cuatro! camisas la mar de chulas y veraniegas en el susodicho H&M. Y como el orden de factores no altera el producto, pues es casi la idea con la que venía, ¿no?

Los zapatos otro día, que ya digo que viene el verano y yo soy más de bambas.

Feliz (fin de) Semana Santa a los que os paséis a saludar por aquí y nos vemos y leemos a la vuelta que, como le contaba al genial (y amable) Koldo Serra para aplazar una charla que tenemos pendiente, mientras la mayoría está de procesiones, yo llevo la mía por dentro con todo lo que se avecina en asuntos laborales.

Que me sea leve...

¿Y si todo lo demás es ir cuesta abajo?

Decía mi amigo Fran que a veces pensaba si sería capaz de componer canciones mejores que, por ejemplo, jitazos del calibre de Treintaytres y si merecía la pena seguir, aunque pensases que ya habías hecho lo mejor que jamás harás en tu vida.

¿Y si yo nunca supero mi treintaytres particular?